Calidad > Cantidad
El Cosmos Arena se vestía hoy de rojo, azul y blanco para recibir a dos selecciones con un nivel parejo, aunque con distintos planteamientos y, sobre todo, distintas individualidades.
Óscar Ramírez sabía lo que tenía delante. Sabía que jugadores como Milinkovic-Savic, Tadic o Ljajic harían lo posible para crearle problemas a su zaga, así que decidió poblar el centro del campo para evitar que los serbios disfrutasen de ocasiones. Sin embargo, el planteamiento tan cerrado y defensivo hizo que los de Krstajic dominaran el encuentro y llegaran por bandas.
El golazo de falta de Kolarov llegó en la segunda parte, pero no de casualidad. En el primer tiempo existieron algunas carencias ofensivas. Matic era el encargado de llevar el timón cuando, realmente, lo más útil era que lo hiciese Milinkovic-Savic. El jugador de la Lazio dispone de recursos técnicos y tácticos para buscar portería, ya sea individualmente o asociándose. Eso lo entendió en el segundo parcial, en el que este ataque se sumó al cuchillo de Tadic por banda y al buen trabajo de Mitrovic.
Poco tenía que decir Costa Rica, que pese a un bloque defensivo ordenado y consensuado, estuvo demasiado atrás durante todo el partido. Una vez más vemos que, tanto en el fútbol como en muchos aspectos ajenos a este deporte, la calidad importa más que la cantidad.
Óscar Ramírez sabía lo que tenía delante. Sabía que jugadores como Milinkovic-Savic, Tadic o Ljajic harían lo posible para crearle problemas a su zaga, así que decidió poblar el centro del campo para evitar que los serbios disfrutasen de ocasiones. Sin embargo, el planteamiento tan cerrado y defensivo hizo que los de Krstajic dominaran el encuentro y llegaran por bandas.
El golazo de falta de Kolarov llegó en la segunda parte, pero no de casualidad. En el primer tiempo existieron algunas carencias ofensivas. Matic era el encargado de llevar el timón cuando, realmente, lo más útil era que lo hiciese Milinkovic-Savic. El jugador de la Lazio dispone de recursos técnicos y tácticos para buscar portería, ya sea individualmente o asociándose. Eso lo entendió en el segundo parcial, en el que este ataque se sumó al cuchillo de Tadic por banda y al buen trabajo de Mitrovic.
Poco tenía que decir Costa Rica, que pese a un bloque defensivo ordenado y consensuado, estuvo demasiado atrás durante todo el partido. Una vez más vemos que, tanto en el fútbol como en muchos aspectos ajenos a este deporte, la calidad importa más que la cantidad.
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