Entradas

Mostrando entradas de julio, 2018

Bélgica aspira

Imagen
Tuvimos que esperar a cuartos de final para ver el mejor partido del Mundial. Un Brasil-Bélgica que daría al espectador todo lo que quisiese. Fútbol, goles, ocasiones, emoción e individualidades, sobre todo esto último. Bélgica es una de esas selecciones que dejan un mal sabor de boca. Y no por el juego que realizan o por las ideas que su entrenador pretende seguir, sino por la sensación de poder llegar más lejos. Tras caer frente a Argentina en 2014 y frente a Gales en la Euro 2016, los flamencos se vieron obligados a cambiar el chip. Desde los altos cargos hasta su técnico, los belgas tuvieron que dar un paso adelante y optar claramente por el título. En Rusia se les presentaría, frente a la todopoderosa Brasil, una oportunidad de oro. Debido a la ausencia de Casemiro, Tité decidía alinear a Fernandinho. Por lo demás, la formación seguía siendo la misma. Un 4-3-3 de contención con Coutinho y Paulinho como interiores. Roberto Martínez, en cambio, tocaba más piezas de lo normal. Es

La tecla definitiva

Imagen
Uruguay y Francia disputaban en el Estadio de Nizhni Nóvgorod el primer partido de cuartos de final. Ambas selecciones venían lanzadas tras eliminar a Portugal y Argentina respectivamente. Tan solo la ausencia de Edinson Cavani condicionaba un bonito duelo. El conjunto charrúa venció sus tres partidos en fase de grupos, dejando muy buenas sensaciones frente a Rusia. Y esa compaginación se debió a una pincelada de su técnico, quien pasó de un 4-4-2 a un 4-1-2-1-2. O lo que es lo mismo, pasó de un bloque muy compacto a un bloque más eficaz a la hora de buscar la iniciativa. Y es que Tabárez quería aprovechar sus recursos, dando entrada a jugadores como Torreira, Bentancur o Vecino, centrocampistas capaces de crear. Pero todo reside en saber cuándo buscar portería y cuándo no, adaptando así algunos automatismos. Tras el sabor agridulce del primer partido, Didier Deschamps decidió cambiar la formación. Un 4-2-3-1 con Giroud encajando alguna que otra pieza. Pogba y Kanté, por su parte,

Rugidos notorios

Imagen
Inglaterra y Colombia cerraban los octavos de final disputando un partido que iría de menos a más, incluyendo, por supuesto, la prórroga. (Des)afortunadamente, la suerte fue echada para dar con la selección que estaría en cuartos. Tras fracasar en la Euro de 2016 y en el Mundial de 2018, Inglaterra debía dar un paso adelante como candidata. Su fase de grupos fue suficiente, sin más, pero sí dejó buenas sensaciones de cara a puerta. Con una defensa de tres concentrada, dos carrileros muy abiertos y buen uso de la estrategia, los ingleses conseguían lo más difícil, abrir el marcador. Sin embargo, la selección de Gareth Southgate sufría cuando jugadores de tres cuartos no recibían de cara. Esto desactivaba, evidentemente, a Harry Kane. Por tanto, dicho inconveniente puede costarte caro en una copa del mundo. De todos modos, el trabajo del técnico inglés es de elogiar ya que está sacando el máximo provecho a sus recursos, véase por ejemplo las jugadas a balón parado. Pekerman sabía de

El momento de Forsberg

Imagen
Suecia y Suiza se veían las caras en octavos de final. Una cita que no sorprendió a nadie debido al gran juego que venían mostrando ambas selecciones. Porque aun no teniendo plantillas espectaculares en cuanto a nivel individual, estas compiten, y lo hacen de una manera ordenada y colectiva. Tras la eliminación de la Eurocopa en 2016, los suecos recibieron una noticia difícil de asimilar: Zlatan Ibrahimovic se retiraba de la selección. Esto supuso un doble trabajo para el cuerpo técnico. Y es que clasificarse para el Mundial no es tarea sencilla, pero nada es imposible cuando uno consigue darle a sus jugadores un alma de equipo. Y ese uno, un tal Jane Andersson, hizo que Suecia estuviese en el siguiente campeonato del mundo, eliminando a Holanda en fase de grupos y a toda una Italia en la repesca. Una auténtica hazaña que sigue a día de hoy, pues están en octavos tras superar a México, Alemania y Corea del Sur. Su técnico de enfrente, Vladimir Petkovic, no tenía nada que envidiarle

A los diablos les gusta el fuego

Imagen
La jornada del lunes se cerraba con un Bélgica Japón que a priori parecía desigualado pero que con el paso de los minutos engañó a más de uno. Lástima que la palabra partidazo vaya a veces ligada de injusticias. Estamos acostumbrados a ver selecciones asiáticas con técnicos europeos o americanos. Por ende, estamos acostumbrados a ver a estas con ideas y planteamientos dignos de otros continentes. Sin embargo, Akira Nishino rompía con dicha ley no escrita unos meses antes del Mundial. Y es que independientemente de gustarme o no, qué bonito es ver como Japón es dirigida y confeccionada, valga la redundancia, por un japonés. La selección nipona venía dejando sensaciones agridulces. Una victoria, un empate y una derrota no convencían del todo, aunque cabe destacar el gran juego que desempeñan en espacios reducidos y alguna que otra virtud más que comentaré en breves. Su técnico salía sin sorpresas, con el once de gala. Ese 4-2-3-1 con Gaku y Hasebe en la medular; Inui, Kagawa y Haragu

El guion de siempre

Imagen
Una de las principales favoritas se jugaba su pase a octavos de final frente a México, un conjunto nuevo que había dejado buenísimas sensaciones venciendo a Alemania y a Corea del Sur en fase de grupos. A día de hoy, esta Brasil no se entiende sin Tite. Jugadores top como Neymar, Willian, Coutinho o Marcelo reunen demasiada calidad. Esta, por supuesto, debe ir acompañada de un orden que no existía en antaño. Por eso, el entrenador de Río Grande está haciendo una labor muy significativa y útil. Y lo está haciendo desde la formación, pasando por el encaje y llegando a la mentalidad individual. Osorio no se quedaba atrás en cuanto a virtudes. Y es que el colombiano, a pesar de recibir un sinfín de críticas, hizo de México un equipo competitivo e inteligente, aprovechando al máximo sus recursos. Sin embargo, frente a Brasil no le salieron bien los cambios. Rafa Márquez de cinco para dejar libertad a la pareja Herrera-Guardado no era una mala idea, pero difícilmente podía salir bien con

Un duro desenlace

Imagen
Croacia y Dinamarca se jugaban su pase a cuartos de final en el estadio de Nizhni Nóvgorod. Una venía con pleno de victorias, habiendo rotado y con una mentalidad más agresiva. La otra, por su parte, sabía que tenía opciones. Tanto individual como colectivamente. Las tenía. Y a nada estuvo, de hecho, de tocar la siguiente fase. Si bien es cierto que el fútbol exige competitividad y profesionalidad, cada selección tiene sus objetivos y su presión. Por eso, Dinamarca parecía llevar ventaja. Y es que tras no clasificarse ni para el Mundial 2014 ni para la Eurocopa 2016, la selección europea podía sentirse orgullosa si miraba hacia atrás, viendo el camino que estaba recorriendo. Su rival, sin embargo, tenía la sensación de ser otro, de ser un conjunto más fuerte y que exigía más respeto. Con jugadores como Rakitic, Modric o Mandzukic en su apogeo futbolístico, los croatas sabían que no pasar de ronda tocaría con puntitas el fracaso. Zlatko Dalic volvía al 4-1-4-1 que tanta alegría le c

Uno recoge lo que siembra

Imagen
Tras una curiosa carambola, España se encontraba en octavos de final como primera de grupo, la cual cosa significaba estar en el cuadro 'fácil', con tan solo una campeona del mundo, Inglaterra. La roja se veía las caras con Rusia, la anfitriona. Una selección que sorprendió a más de uno con un juego ordenado, solidario y atípico de un puesto 70 en el ránking FIFA. El juego español era el que todos conocíamos. Un once tipo que funcionaba bien debido a la gran compaginación. Sin embargo, en el fútbol, como en el deporte, no todo es táctico, físico o técnico. Lo emocional y lo extradeportivo también afecta. Me refiero, evidentemente, al tema Lopetegui. Y aunque daré mi opinión más tarde, puedo decir que la decisión de Rubiales -independientemente de que fuese acertada o no- trastocó todos los planes. Por eso Hierro, desde mi punto de vista, no dio la talla ni con las alineaciones ni con la actitud. Aun así, nadie puede quitarle mérito por su valentía y su fidelidad. Pese al an

Portugal, esto es lo que se siente

Imagen
Uruguay y Portugal disputaban en Sochi el segundo partido de octavos de final. Tanto uno como otro venían deleitándonos, pero no por un juego vistoso y bonito, sino por una disciplina y una generosidad difícil de ver en un campeonato del mundo. Y digo difícil por lo sencillo que es encontrar hoy en día algún equipo que lleva a cabo distintos planes según el contexto del encuentro. O sea, es complicado encontrar algún técnico que siga una filosofía desde el minuto 0 hasta el 90. Enfrentarse a la vigente campeona de Europa puede ser todo un reto, pero este puede llegar a perder emoción si analizas el estilo de la suso dicha. Portugal y Fernando Santos. Fernando Santos y Portugal. Un amor recíproco que tuvo su apogeo en 2016 pero que ahora ha perdido esa magia del principio. Pero que no pase por alto, verse las caras con Cristiano Ronaldo, Guedes o Bernardo Silva nunca es apetecible. Tras la exitosa pincelada que realizó Tabares en el último partido, Torreira repetía como '5'

Mbappé y el punto final

Imagen
Argentina no lo tuvo fácil en su camino hacia octavos de final. Con un gol de Marcos Rojo en el 86' y con dos derrotas de Islandia, los argentinos se plantaron en la siguiente ronda con mucha fe, aunque con poco juego. Enfrente, una clara candidata: Francia. Esa Francia que llegaba resentida tras sufrir en 2014, tras fracasar en 2010 y tras perder una oportunidad de oro en 2006. Esa Francia que, afortunadamente para el aficionado, llegaba con una de las mejores plantillas del mundo. El trabajo de Sampaoli en la selección sudamericana no ha sido ni fácil ni bueno. Cargar con la presión de todo un país es tremendamente complicado, y más si no aciertas en la idea futbolística. Y es que a pesar de la complejidad que conlleva el deporte rey, hacer un equipo para Leo Messi no es depender de un jugador, es aprovechar el mejor recurso del mundo. Sin embargo, demasiados fallos en la maquinaria, tanto física como mentalmente, impidieron a la bicampeona del mundo oler los cuartos de final.

Consecuencias del formato

Imagen
Inglaterra y Panamá eran los protagonistas de lo que tenía que ser, en teoría, un partidazo. Sin embargo, debido al aburrido formato de esta copa del mundo, ambos sabían que quien ganase iba a ponerse primero y, por tanto, en el cuadro 'complicado'. A sabiendas de esto, los técnicos decidieron rotar. Gareth Southgate tan solo conservó a dos jugadores con respecto a los primeros encuentros, Pickford y Stones. Vardy, Rashford, Cahill y compañía disfrutarían de minutos. Roberto Martínez, por su parte, hizo lo propio. Al igual que su rival, solo el portero y un central, Boyata, entraban en el once. El resto, jugadores secundarios para el técnico español. La doble punta Vardy-Rashford podía aumentar más si cabe la verticalidad inglesa. Pero, a decir verdad, la poca calidad para trazar líneas en 3/4 dejaba a los 'three lions' con pocas ideas. Quizá el balón largo podía ser una de ellas, pero no solía coger desprevenida a la defensa belga. Al contrario que su oponente, Bél

Con una sonrisa

Imagen
Panamá y Túnez, dos de las selecciones más débiles del Mundial en un grupo con dos cocos, Inglaterra y Bélgica. Todo parecía difícil desde un principio, y lo fue. Pero aún así, ambos equipos disputaron el último partido como un duelo por el honor, por irse con la cabeza bien alta. Hernán Darío Gómez seguía con su 4-1-4-1 típico, dando entrada a jugadores como Ovalle, Machado, Avila o Gabriel Torres. Quien sabe si para buscar más profundidad o meramente por rotar, pero los distintos cambios mejoraron al equipo. Nabil Maaloul, por su parte, pasaba de un 4-3-3 a un 4-1-4-1. A pesar de jugar con un medio de contención frente a Bélgica, estos les superaron con facilidad. Sin embargo, este no fue el motivo por el cual el técnico tunecino cambió las tuercas. Partiendo de la base del nivel, se puede entender que las dos selecciones jugasen más liberadas, menos nerviosas y con un juego no tan defensivo. He ahí la incorporación del rápido jugador Gabriel Torres en Panamá o del técnico interi

Por los pelos

Imagen
El grupo más igualado del Mundial seguía abierto en la última jornada. Japón se enfrentaba a Polonia en un partido donde los europeos, paradójicamente, sacarían tres puntos que no les servirían. Y esto le ocurrió a Japón, seguramente, por jugar demasiado con el resultado y con el contexto. Hasta cinco cambios hizo Nishino para batir a Polonia o, al menos, para pasar a octavos. Hasebe, Inui, Kagawa, Osako y Haraguchi rotaban, dando oportunidad a hombres menos importantes como Okazaki, Sakai o Usami. Con estos retoques se pasaba, por ende, de un 4-2-3-1 a un 4-4-2. Nawalka, por otro lado, apostaba por cuatro defensas como en el primer partido, posicionando también a Zielinski cerca de Lewandowski, una de las pocas esperanzas polacas. Con las tablas a cero en el partido, Japón estaba clasificado, la cual cosa le hacía jugar con pausa, sin prisas. Sin embargo, con el gol en contra, el técnico nipón dio entrada a Inui, Hasebe y Osako, piezas clave en la selección asiática. Pero, indepen

Café descafeinado

Imagen
Colombia afrontaba su último partido de la fase de grupos como tercero, con tan solo tres puntos. Senegal, colíder con Japón, no le pondría las cosas fáciles a los sudamericanos, que dependían de sí mismos para acceder a octavos de final. Podríamos decir que Pekerman se vio obligado a alinear a Quintero junto a James debido al buen rendimiento de ambos en el encuentro anterior. Aunque la formación (4-4-2) era la misma, el doble pivote cambiaba, dejando fuera a Wilmar Barrios y a Abel Aguilar. Aliou Cissé, por su parte, pasaba del 4-1-4-1 al 4-4-2, la cual cosa se explicaba con necesidad del propio equipo. Si bien es cierto que James se colocaba como falso interior izquierdo, Uribe estaba pendiente de ese mismo flanco, ayudando en defensa a Johan Mojica. Sin embargo, la lesión del jugador del Bayern hizo que Quintero se quedase solo a la hora de trazar líneas de pase. Esto lo aprovechó a las mil maravillas Senegal, que con el cambio de formación se veía más compacta a la hora de rea

Adiós, ticos

Imagen
Suiza y Costa Rica finalizaban la jornada del miércoles con uno de esos partidos en los que parece no haber guión. Y es que a pesar de los distintos contextos, el ritmo fue, curiosamente, bastante alto. Petkovic salía con su tradicional once, a excepción de Embolo y Gavranovic, que entraban por Zuber y Seferovic. De todos modos, la idea seguía siendo la misma: tener el balón y ser solidario en defensa. Por su parte, los ticos sí mostraban algún cambio significativo. Campbell por Ureña y Colindres por Venegas darían al equipo un aire fresco y más que necesario. Acostumbrados al juego suizo, podíamos esperar que fuese un partido tranquilo, con pocas llegadas pero determinantes. Sin embargo, no fue así debido al plus que le dio Costa Rica. Como he comentado arriba, la aparición de Campbell daba velocidad a los ticos, que aprovecharon durante varios tramos del encuentro los espacios en la defensa rival. Además, el excelente timing de Bryan Ruiz era un arma importante para realizar tran

Transmitir es secundario

Imagen
Brasil y Serbia se veían las caras en un encuentro que, debido a las distintas necesidades y a los estilos de juego, iba a ser emocionante. Pero, mucho a nuestro pesar, hubo poco fútbol y poco ritmo. Tité repetia el once del segundo encuentro. 4-3-3 con Willian y Neymar bien abiertos, con un Coutinho modo líder y, sobre todo, con Miranda y Thiago Silva garantizando solidez atrás. Mladen Krstajic, por su parte, cambió varias piezas importantes del once. Milinkovic-Savic en el doble pivote, Ljalic como media punta y Rukavina en lugar de Kolarov. Si bien es cierto que esta selección brasileña no ofrece su mejor fútbol, su juego es bastante eficiente. Jugadores como Willian, Neymar o el revulsivo Douglas Costa permiten al equipo marcar el tempo del partido. Y así se vio a partir del 0-1 de Paulinho, momento en el que la canarinha logró dirigir el ritmo hasta el final. Otra realidad podría ser lo bien que están haciendo su trabajo los defensas sudamericanos. Tanto el jugador del PSG com

Y el muro cayó

Imagen
Alemania, la mejor selección de la historia desde mi punto de vista, se estrelló frente a una Corea del Sur que lo tenía realmente difícil. Los europeos dependían de sí mismos para pasar a octavos. Sin embargo, Corea del Sur fue, sin saberlo, la mejor aliada de México y Suecia. El principal cambio de Shin Tae-Yong fue la formación. Pasó del 4-2-3-1 mostrado en los primeros partidos al 4-4-2 contra Alemania. La respuesta está, evidentemente, en la necesidad. Los coreanos podían no clasificarse, pero sí podían irse con la cabeza bien alta. Para ello se vieron obligados a llenar el centro del campo, eso que tan bien hicieron Suecia y México frente a los teutones. Estos no sufrieron demasiado, pero sí veían cada vez más lejos el pase a octavos, y más sabiendo que los suecos estaban apalizando a los mexicanos. La poca aparición de Kroos y la irregularidad -otra vez más- de Mesut Özil, le complicaban las cosas a Löw, quien para mí es el principal artífice de esta debacle. Me explico. Dej

Querer es poder

Imagen
La selección mexicana, ya clasificada tras vencer a Alemania y Corea del Sur, se veía las caras con una Suecia que venía avisando de su potencial. Por unas cosas o por otras, el partido iba a estar igualado y, sin duda, iba a ser divertido cuanto menos. Tanto Osorio como Andersson salían con los mismos onces que en los partidos anteriores. Por una parte, el 4-2-3-1 tradicional de México, con Guardado y Herrera como hombres a tener en cuenta. Por otra, un 4-4-2 sueco que destaca(ba) por la solidez defensiva, liderada por un veterano goleador Granqvist. "El Tri" buscaba controlar el partido, seguramente por el colchón de puntos encima. Armar los contraataques con mucha gente arriba es la idea clave con la que el técnico aprovecha a la mayoría de los jugadores. El buen futuro de Hirving Lozano, la experiencia de Carlos Vela o el acierto del 'Chicharito' Javier Hernández son instrumentos para conseguir cosas importantes. Sin embargo, los suecos no se lo iban a  poner

Al rojo vivo

Imagen
La selección argentina debía ganar sí o sí para estar en octavos de final. Enfrente, Nigeria, que necesitaba también hacer lo propio para pasar de ronda. No sería un partido fácil partiendo de dos bases: el pobre nivel de los argentinos, tanto físico como táctico, y las difíciles ofensivas rivales. Gernot Rohr repetía un once que le había dado alegrías contra toda una Islandia. Defensa de tres, dos carrileros con mucho recorrido, Obi Mikel como hombre de contención y dos balas arriba, Iheanacho y Musa. Sampaoli, en cambio, decidía dejar atrás la defensa de tres que tantos problemas había generado en los primeros partidos. Con dos interiores -Di María y Enzo Pérez- acompañando al doble pivote Banega-Mascherano, los argentinos buscarían los tres puntos jugando por y para Leo Messi. Este cambio formativo dio, más tarde que pronto, sus frutos. Aunque en el dibujo se podía apreciar un claro 4-4-2, Enzo Pérez venía más hacia el centro, permitiendo así que Banega llevase, como era de espe

Islandia al 100%

Imagen
Islandia y Croacia se enfrentaban en un partido con poco interés, al menos para el segundo. Y digo al menos porque estos ya estaban clasificados tras vencer a Nigeria y Argentina. Los islandeses, por su parte, necesitaban vencer, por supuesto, y una especie de carambola digna de un buen golpe de billar. Heimir Hallgrímsson, un valiente dentista que decidió ocuparse de la peor caries de su trayectoria, le dio a su selección un cambio trascendente y notable. Este cambio pasaba, sobre todo, por un crecimiento gradual desde las categorías inferiores, en la cultura y en la enseñanza futbolística. Su país, con menos de medio millón de habitantes, consiguió disfrutar de una Eurocopa en 2016 y, ahora, de un Mundial. Sin embargo, la trayectoria en este ha sido corta, pero no, ni mucho menos, por falta de táctica y coherencia. Como comenté anteriormente, una defensa generosa y consensuada es la esencia de este equipo y, probablemente, de esta cultura. Esto se debe a un mero aprovechamiento 

No hizo falta más

Imagen
Francia y Dinamarca disputaban el último partido del grupo C en el Estadio Olímpico de Luzhnikí. Unos ya estaban clasificados, pero los otros debían, al menos, puntuar, y esperar que Australia no ganase. Didier Deschamps llegaba al último partido rotando, dejando en el banquillo a Pogba, Mbappé, Matuidi... entre otros. Seguía, eso sí, con ese 4-2-3-1 que dio buenas sensaciones frente a Perú. Hareide, por su parte, buscaba frenar las letales ofensivas francesas acumulando muchos hombres. Christensen entraba, cambiando así el sistema, a la posición de cinco. Este retoque fue clave en el partido. De hecho, podríamos acogernos a un dato: fue el encuentro en el que menos participó Griezmann. Y es que el joven defensa del Chelsea se encargó de borrar del mapa a Antoine. De todos modos, aunque el objetivo de los daneses se cumpliese, en ataque no había prácticamente nada. Ya que el doble pivote N'Zonzi-Kanté no tenía nada que envidiarle al tradicional Pogba-Kanté. Lo único que cambió

Este es el camino

Imagen
Perú y Australia abandonaban el Mundial de la mano, pero dándolo todo. Cada uno con su estilo de juego, con sus recursos y con sus individualidades, pero dándolo todo. Gareca quería morir con las botas puestas, o lo que es lo mismo, con su 4-2-3-1 habitual. Este volvía a prescindir de Farfán, apostando por un Guerrero que siempre es una amenaza para el rival. Van Marwijk, por su parte, seguía con la misma formación. Dos líneas de cuatro con dos hombres arriba, Rogic detrás de Juric. El plan de ambos estaba claro, y funcionó para los sudamericanos. Iniciativa y posesión vertical, presión tras pérdida y transiciones ofensivas utilizando a Guerrero como referente. Además, el gran momento de forma de Carrillo -quien anotó un golazo- ayudaba a los peruanos. Australia buscó defender como siempre, replegados y aprovechando alguna que otra jugada a balón parado. Un aspecto positivo de los canguros es la no dependencia de un nueve. Pues las buenas llegadas de sus centrocampistas (Jedinak, M