Portugal, esto es lo que se siente

Uruguay y Portugal disputaban en Sochi el segundo partido de octavos de final. Tanto uno como otro venían deleitándonos, pero no por un juego vistoso y bonito, sino por una disciplina y una generosidad difícil de ver en un campeonato del mundo. Y digo difícil por lo sencillo que es encontrar hoy en día algún equipo que lleva a cabo distintos planes según el contexto del encuentro. O sea, es complicado encontrar algún técnico que siga una filosofía desde el minuto 0 hasta el 90.

Enfrentarse a la vigente campeona de Europa puede ser todo un reto, pero este puede llegar a perder emoción si analizas el estilo de la suso dicha. Portugal y Fernando Santos. Fernando Santos y Portugal. Un amor recíproco que tuvo su apogeo en 2016 pero que ahora ha perdido esa magia del principio. Pero que no pase por alto, verse las caras con Cristiano Ronaldo, Guedes o Bernardo Silva nunca es apetecible.

Tras la exitosa pincelada que realizó Tabares en el último partido, Torreira repetía como '5' puro. Por delante, Nández y Vecino como interiores, Bentancur de mediapunta y la letal pareja Suárez-Cavani arriba. Por otro lado, el técnico luso dejaba fuera a Moutinho, apostando así por William Carvalho-Adrien Silva. De esta manera, la selección europea buscaría dejarle más fluidez al extremo del City y cubrir a su vez el flanco derecho.

Un gol tempranero de Cavani le puso las cosas más fáciles a los charrúas. De hecho, podríamos remitirnos a los datos (3 tiros a puerta de Uruguay, 2 goles), aunque no haría falta ya que sabemos de antemano que el objetivo de estos era el mismo antes y después del primer gol. Por tanto, la celeste estuvo en su salsa. Repligue, dureza y balones largos a Cavani, esperando que llegase el delantero restante para empezar transición con los interiores desplegados. Así llegaron, pues, ambos goles. 

A decir verdad, Portugal se vio obligada a llevar la iniciativa. Cristiano bajando a recibir cuando se complicaban las cosas, Guedes desaparecido y Bernardo Silva espesísimo. Así, difícil conseguir algo frente a una selección que disfruta encerrada. Sin embargo, Pepe dio esperanza a la campeona de Europa a través de balón parado, aunque de poco serviría teniendo enfrente a un Cavani modo Napolés 2012.

Uruguay se verá las caras con Francia en cuartos de final. Sin Cavani, eso sí, pero con muchísima garra y valentía. Portugal, lamentablemente para nuestros vecinos, se marcha a casa. Y lo hace dejando un sabor agridulce, sin haber jugado bien en ningún partido. Qué pena que cuando se disponía a hacerlo, apareció el coco. Y es que los lusos ahora saben y sabrán, sin duda, lo que uno siente cuando pierde de este modo.



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