Con poco les bastó

Inglaterra y Panamá se veían las caras en la segunda jornada del grupo G. Unos debían ganar -y no por pocos goles- para seguirle la pista a Bélgica, mientras que otros debían hacer lo propio para no caer eliminados matemáticamente.

Gareth Southgate seguía con su defensa de tres y con su verticalidad como esencia. Dele Ali, tocado, salía del once, mientras que Eric Dier seguía sin tener la oportunidad. La única solución a su ausencia sería cambiar la formación, pues el nivel actual de Henderson es, cuanto menos, esperanzador. 'El bolillo' Gómez tenía claro que debían puntuar, aunque no cambió absolutamente nada con respecto al primer partido frente a Bélgica.

Panamá, a diferencia del encuentro contra los belgas, empezó a jugar, paradójicamente, con menos presión, de una manera más bien liberada. De hecho, Inglaterra concedió alguna que otra oportunidad, pero no fue más allá ya que los panameños tuvieron y tienen una asignatura pendiente en el balón parado. Además, la figura de Lingard fue importante en el juego con Sterling, buscando a un Harry Kane que asusta.

Evidentemente, descartar una defensa de cuatro supone dejar fuera a jugadores de contención y, por tanto, a un juego más equilibrado. Pero esto no le interesa al técnico inglés, que sigue apostando por la verticalidad y el ataque. Panamá, por su parte, se marchará a casa con la lección aprendida pero con la cabeza bien alta. Y es que a decir verdad, de medio campo hacia arriba Inglaterra exige respeto. Y si no que se remitan a los datos, pues ayer con muy poco les bastó.