De tú a tú

El menú de ayer en el Mundial traía un Marruecos - Irán de esos que apetece ver, pero no por las selecciones en sí, sino por el poco conocimiento que se tiene de ambos equipos.

Los marroquíes salían, por supuesto, con todo su arsenal. Jugadores de nivel como Belhanda, Ziyech, Amrabat o Benatia tenían papeles determinados y distintos, pero coincidían en liderar en todas las zonas del campo. Irán, por su parte, partía como inferior. Tanto como por nivel, por individualidades o por experiencia en partidos importantes, los de Queiroz jugaban sin demasiada presión. Sin embargo, estos consiguieron los tres puntos en los últimos minutos.

El resultado es duro para el aficionado marroquí, evidentemente, pero hicieron méritos para conseguir más. Aunque, por otro lado, los iraníes estuvieron muy atentos en defensa y realizaron transiciones rápidas para llegar a la meta de Munir en tres o cuatro ocasiones. Marruecos no obtuvo fruto de su juego, ya sea por falta de definición o por falta de pillería, pero no dejó indiferente a nadie con sus ideas y su estilo. Sabíamos que los de Renard tenían un juego atrevido, y ayer lo pudimos comprobar.

En un grupo donde están los dos últimos campeones de Europa, pasar a octavos es complicado, pero no imposible. Si ambas selecciones juegan inteligentemente, jugando un poco más con el resultado y aprovechando sus recursos, puede saltar la sorpresa. De todos modos, este primer partido del grupo B ha dejado clara una idea: ser inferior no implica no jugar con tus ideas, no implica no jugarle al otro de tú a tú.