Demasiados condicionantes
Colombia y Japón se veían las caras en un partido en el que, aunque a muchos nos gustaría analizar el juego y los porqués, hubieron muchos condicionantes, sobre todo el del minuto 3.
Pekerman salía al campo dejando fuera a James, que tenía todavía molestias. Esto suponía, sin duda, el primer condicionante, ya que el jugador del Bayern de Münich es y será el jugador más importante. El argentino optaba también por un doble pivote Sánchez-Lerma, común ya en los amistosos previos. Esto significaba un juego un pelín lento, aunque era algo que podían solucionar los de arriba.
Sin embargo, todo esto no tiene demasiada importancia debido a la expulsión de la 'Roca' Sánchez en el minuto tres. Y sí, Kagawa anotaba, pero la dificultad no trasciende ahí, sino en ser uno menos y en jugar sin James. Este condicionante intentó solucionarlo Falcao, que ejerció de un nueve guerrero y puro. De hecho, la actitud de los japoneses no era la adecuada, algo que aprovechó Quintero con un golazo.
Pero un partido de fútbol es muy largo, y así lo sufrió Colombia. La calidad de los nipones -véase Gaku, Kagawa o Inui- tuvo su valía, más si cabe cuando entró Honda, un tipo con experiencia. Dicho esto, podríamos pensar que los de Akira Nishino hicieron un gran partido, pero no podemos fiarnos viéndoles contra diez. Y es que el nivel de forma de algunos jugadores asiáticos -tercer condicionante- no era el óptimo para ganar a una buena Colombia.
El fútbol es táctico, técnico, físico y todo lo que uno quiera, pero también es decisivo. Estar dos años preparando un mundial para luego verse en horas bajas, es demasiado difícil. A veces los mundiales tienen, desgraciadamente para unos y afortunadamente para otros, demasiados condicionantes.
Pekerman salía al campo dejando fuera a James, que tenía todavía molestias. Esto suponía, sin duda, el primer condicionante, ya que el jugador del Bayern de Münich es y será el jugador más importante. El argentino optaba también por un doble pivote Sánchez-Lerma, común ya en los amistosos previos. Esto significaba un juego un pelín lento, aunque era algo que podían solucionar los de arriba.
Sin embargo, todo esto no tiene demasiada importancia debido a la expulsión de la 'Roca' Sánchez en el minuto tres. Y sí, Kagawa anotaba, pero la dificultad no trasciende ahí, sino en ser uno menos y en jugar sin James. Este condicionante intentó solucionarlo Falcao, que ejerció de un nueve guerrero y puro. De hecho, la actitud de los japoneses no era la adecuada, algo que aprovechó Quintero con un golazo.
Pero un partido de fútbol es muy largo, y así lo sufrió Colombia. La calidad de los nipones -véase Gaku, Kagawa o Inui- tuvo su valía, más si cabe cuando entró Honda, un tipo con experiencia. Dicho esto, podríamos pensar que los de Akira Nishino hicieron un gran partido, pero no podemos fiarnos viéndoles contra diez. Y es que el nivel de forma de algunos jugadores asiáticos -tercer condicionante- no era el óptimo para ganar a una buena Colombia.
El fútbol es táctico, técnico, físico y todo lo que uno quiera, pero también es decisivo. Estar dos años preparando un mundial para luego verse en horas bajas, es demasiado difícil. A veces los mundiales tienen, desgraciadamente para unos y afortunadamente para otros, demasiados condicionantes.
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