Desorden en todos los sentidos
Por tercer mundial consecutivo la vigente campeona no gana su primer partido. En 2010 Italia empató contra Paraguay, en 2014 España perdió contra Holanda, y hoy le ha tocado a Alemania, que ha perdido contra México.
Alemania salía con todo, con su doble pivote habitual -del cual hablaremos a continuación- y con Müller y Draxler en bandas. Werner en punta y Özil por detrás. Equipazo, sin duda, de una de las favoritas. Sin embargo, la Mannschaft estuvo durante todo el partido sin encontrar el rumbo, desordenados. El problema del doble pivote es la exigencia recíproca, la poca cobertura, digamos. Si Kroos o Khedira erran en algunos aspectos, el centro del campo queda vacío. Y más si te encuentras delante a un equipo que domina las contras.
Los de Osorio salían al campo tímidos, pero de menos a más. Un 4-2-3-1 con Guardado y Lozano como hombres importantes acabaría haciendo mucho daño a la selección alemana. En todo momento los mexicanos tenían dos o más jugadores en campo contrario para preparar un rápido contraataque. Además, estos entendieron muy bien que debían tapar a Kroos para evitar que Alemania generase fútbol.
Los sudamericanos han demostrado riqueza táctica e inteligencia, paciencia y esfuerzo. Pero, sin querer quitar mérito al Tri, los de Low parecían un equipo inmaduro, incapaz para la ocasión. Quizá afecte llevar una insignia de campeones en el pecho, o quizá haya sido un mero tropiezo, pero lo que queda claro es que Alemania ha estado desordenada en todos los sentidos.
Alemania salía con todo, con su doble pivote habitual -del cual hablaremos a continuación- y con Müller y Draxler en bandas. Werner en punta y Özil por detrás. Equipazo, sin duda, de una de las favoritas. Sin embargo, la Mannschaft estuvo durante todo el partido sin encontrar el rumbo, desordenados. El problema del doble pivote es la exigencia recíproca, la poca cobertura, digamos. Si Kroos o Khedira erran en algunos aspectos, el centro del campo queda vacío. Y más si te encuentras delante a un equipo que domina las contras.
Los de Osorio salían al campo tímidos, pero de menos a más. Un 4-2-3-1 con Guardado y Lozano como hombres importantes acabaría haciendo mucho daño a la selección alemana. En todo momento los mexicanos tenían dos o más jugadores en campo contrario para preparar un rápido contraataque. Además, estos entendieron muy bien que debían tapar a Kroos para evitar que Alemania generase fútbol.
Los sudamericanos han demostrado riqueza táctica e inteligencia, paciencia y esfuerzo. Pero, sin querer quitar mérito al Tri, los de Low parecían un equipo inmaduro, incapaz para la ocasión. Quizá afecte llevar una insignia de campeones en el pecho, o quizá haya sido un mero tropiezo, pero lo que queda claro es que Alemania ha estado desordenada en todos los sentidos.
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