Jugando con fuego
Portugal debía ganar esta mañana para ponerse líder momentáneo. Marruecos debía hacer lo propio para tener alguna posibilidad de llegar a octavos. Partido, a priori, igualado, bonito y competido, aunque con algunas discrepancias.
Fernando Santos salía con el mismo once que frente a España. Cristiano como referencia para liderar a una selección que dejó mucho que desear en su estreno. Por su parte, Hérve Renard retocaba su once con respecto al de la primera jornada, incorporando a Dirar en el lateral -la cual cosa provocaba que Amrabat jugase de extremo- , Boutaïb como delantero centro y Manuel da Costa acompañando a Benatia.
En el post del España-Portugal hablé del juego de Portugal y de su tozudez a la hora de cambiar la táctica. Esto es genial siempre y cuando tu equipo rinda. Pero frente a Marruecos no ha sido así. Y es que los africanos salieron, pese al gol inicial de Ronaldo, a lo suyo, tocando el balón y con presión alta. De esta manera, Portugal dejó de oler el balón y dejó, evidentemente, de asustar.
Ni la entrada de Fajr, que es un buen jugador para llegar al área, ayudó a los marroquíes. Ergo, el marcador fue favorable a los portugueses, líderes antes del partido entre España e Irán. Pero, pese a esto, el juego fue digno de un cambio necesario. Si lejos quiere llegar Portugal, no puede seguir jugando con fuego.
Fernando Santos salía con el mismo once que frente a España. Cristiano como referencia para liderar a una selección que dejó mucho que desear en su estreno. Por su parte, Hérve Renard retocaba su once con respecto al de la primera jornada, incorporando a Dirar en el lateral -la cual cosa provocaba que Amrabat jugase de extremo- , Boutaïb como delantero centro y Manuel da Costa acompañando a Benatia.
En el post del España-Portugal hablé del juego de Portugal y de su tozudez a la hora de cambiar la táctica. Esto es genial siempre y cuando tu equipo rinda. Pero frente a Marruecos no ha sido así. Y es que los africanos salieron, pese al gol inicial de Ronaldo, a lo suyo, tocando el balón y con presión alta. De esta manera, Portugal dejó de oler el balón y dejó, evidentemente, de asustar.
Ni la entrada de Fajr, que es un buen jugador para llegar al área, ayudó a los marroquíes. Ergo, el marcador fue favorable a los portugueses, líderes antes del partido entre España e Irán. Pero, pese a esto, el juego fue digno de un cambio necesario. Si lejos quiere llegar Portugal, no puede seguir jugando con fuego.
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