Bronce histórico

Si bien es cierto que a nadie le gusta jugar una final de consolación, para Inglaterra y Bélgica quedar terceras era una hazaña que pocos imaginarían al principio. He ahí que en el partido por el tercer y cuarto puesto se notase qué equipo quería marcharse a su país con una medalla más que merecida.

Poco más se les puede pedir a Gareth Southgate y a Roberto Martínez. El inglés ha conseguido aprovechar al máximo a sus jugadores, sacando lo mejor de la mayoría. Mediante el balón parado y el buen uso de los carrileros, Inglaterra ha sido eficaz e inteligente. El español, por su parte, no ha dudado en convencer a los suyos de sus capacidades, haciéndoles ver que 2018 era su año. Por eso, independientemente del podio final, ambas selecciones han dado la cara por defender unos países que, sin duda, estarán bien orgullosos.

Los belgas salían con un once parecido al de semifinales. La entrada de Tielemans por Dembelé era el único cambio de Roberto Martínez, quien apostaba fuerte para batir a Inglaterra. Por otro lado, Gareth Southgate dejaba fuera a Walker, Henderson, Lingard, Dele Ali y Ashley Young. Unos cambios que, a priori, dejaban claras las intenciones del técnico europeo.

La pareja Tielemans-Witsel en el centro del campo era interesante y producente debido a la diferencia característica entre ambos. El del Mónaco buscaba producir, asociándose con Hazard y De Bruyne. A su vez, su compañero en el medio le tapaba los huecos, viéndose ayudado también por Meunier. De esta manera, el 3-4-2-1 belga pasaba a un 3-3-3-1 en ataque, una variación que aprovecharon en el contraataque.

Los three lions, un poco condicionados por el tempranero gol en contra, llevaron la posesión del encuentro y pautaron el tiempo del partido, apostando por un ritmo bajo y sin demasiada iniciativa. Sin embargo, estos aún tuvieron alguna que otra ocasión, pero se toparon con un Courtois que ha sido, indudablemente, uno de los mejores porteros del torneo.

Un plato poco apetecible para matar el gusanillo antes de la gran final, pero del que se pueden sacar conclusiones. El gran nivel belga actualmente, por ejemplo, o el auge táctico en Europa, que se ve claramente en selecciones como la inglesa. Grandes notícias, evidentemente, para todo aquel que quiera disfrutar del fútbol. Disfrutar de la misma manera que Bélgica, un conjunto que se marcha a casa con un bronce histórico y con la cabeza bien alta, disfrutará su tercer puesto en el Mundial 2018 de Rusia.


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