C'est fini - Mundial 2018 Rusia

El Mundial de Rusia llegaba a su fin con dos protagonistas, Francia y Croacia. Ambos estaban en la final por méritos propios, habiendo dejado atrás a campeonas del mundo como Inglaterra o Argentina. Sería, sin duda, un partido igualado y competido al máximo.

El trabajo de Zlatko Dalic, quien anunció su retirada tras el encuentro, ha sido memorable. Trabajar con una selección que parte de un escalón por debajo de las favoritas y hacerla una finalista es algo inaudito. Pero ya no solo por el hecho, sino por el fútbol desplegado. Por otra parte, Didier Deschamps ha conseguido que Francia rinda al nivel esperado haciendo lo que mejor se les da: dominar la mayoría de facetas.

Los dos técnicos salían con su mejor once, no dando lugar a experimentos en las formaciones. El 4-1-4-1 de Croacia buscaba frenar a unos galos que aunque eran los mismos que en las rondas previas, estaban posicionados con un 4-4-2. Este cambio se entiende si se estudia al rival, como bien hizo el entrenador francés. Y es que el emparejamiento Perisic-Pavard no invitaba al optimismo para la campeona del mundo.

La posición de Mbappé -desde el inicio en derecha- ayudó al lateral del Stuttgart, que no tenía descanso frente a un Perisic -acertadísimo desde semifinales, por cierto- que intercambiaba posiciones constantemente con Rebic. Sin embargo, en ataque había que destacar algún matiz. Como por ejemplo el 4-2-3-1 habitual, con el que Giroud se encargaba de unir a Mbappé, Griezmann y Matuidi.

Croacia dominó el esférico mayormente, aunque no obtuvo su fruto. En gran parte debido a la falta de astucia o concentración, como quieran llamarlo. De hecho, los goles podrían ser un reflejo de tal carencia, aunque existe un motivo importante: el nivel defensivo de los franceses. Porque, a decir verdad, la selección ajedrezada mereció más. Zlatko Dalic aprovechó la posición de Brozovic -de '5' cubriendo espaldas a Modric y Rakitic- y activó a los centrocampistas de Madrid y Barça, quienes hicieron lo que pudieron para controlar el partido.

Pero, como vimos en la Champions y en la Europa League, el fútbol está cambiando. Cada vez es más importante dominar las dos áreas, sin necesidad de dominar el cuero o las oportunidades. Nuevas escuelas andan creándose para, esperemos, el bien del fútbol. De todos modos, toca disfrutar de lo que viene ahora y no lamentarse por los cuatro años largos que nos quedan para el Mundial de Qatar. Ahora toca reconocer que el Mundial de Rusia, gracias a Francia, c'est fini.


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